Los nombres han caído en el olvido.
Las nuevas calles me tragan
Y por las calles viejas, suspiro.
Galopa el viento de levante
Que desde Tarifa ha salido
Y a Conil llega jadeante.
Entre tanto la brisa marina a mi olfato llega.
Y en verdad te he echado de menos, mar deslumbrante,
Que con tu gran fuerza tu espuma a la orilla llega.
En los pinares de roche
El viento se sosiega
E inútil son sus reproches.
Siento el alma perdida
Tras quince años de ausencia.
Parecen toda una vida.
Quizás será dolor lo que siento en tu presencia.
Quizás será amor porque eres como una diva.
Pero todo en mi pecho reclama por tu esencia.
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